Cuando en marzo del 2020, se declaró cuarentena obligatoria a nivel nacional, la profesora Alejandrina Montañez, de Huata – Huaylas, fue presa de un cuadro de ansiedad. Se había preparado para inicviar un nuevo año escolar, pero de pronto, todo se paralizó.
Extrañaba sus labores en el aula.
“La educación virtual jamás reemplazará a la enseñanza presencial, ese contacto que tenemos con nuestros alumnos, esa experiencia inolvidable” refiere
Bajo ese enfoque, la profesora Alejandrina Montañez con 34 años de servicios, ambientó un espacio de su bodega-vivienda, para enseñar a sus 14 alumnos del 6to grado de Primaria de la I.E. Luis Torres Salazar.
Cuando la profesora propuso a los padres, esta forma de enseñanza, por la poca conectividad que tenían sus hijos, no lo pensaron dos veces y la apoyaron. “Lo más importante, es que tengo el apoyo de mis padres, ellos me entendieron perfectamente”, parece defenderse. Los resultados, son altamente reconfortantes y no se arrepiente de haber convocado a sus alumnos en su vivienda-bodega. «Muy bien me hubiera quedado en mi casa, haciendo mis clases en forma virtual, pero mis alumnos no aprenden así» señala.
Inicialmente, trabajó por Whatsap, pero no obtuvo los resultados, por esa razón, optó por convocarlos en su pequeña bodega.
(Imagen: Milagros Vargas)
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