Le faltaban dos, para cumplir 40 años en el colegio parroquial Santa Rosa de Viterbo, donde se inició el año 1983 y terminó sus días.
Casi cuatro décadas en sus aulas, formando y moldeando a los futuros profesionales y ciudadanos de bien. Hoy, le dieron el últimos adiós.
Aproximadamente a las 4 de la tarde, su esposa Gladys, portando las cenizas de su querido compañero, acompañado de sus hijos Paola Yésica, Fanco, Alexandra y nietos, llegaron hasta las puertas de la institución educativa, a quien amó en vida.
Luego, se inició una secuencia de actos, en homenaje al profesor Gilberto Cermeño Dextre. La directora de la I.E. Hna. Nora Bustamante Rodríguez, inició el homenaje con palabras sentidas, resaltando las cualidades personales y profesionales del extinto. «Una persona entrega al 100 por ciento a su institución. Llena de valores» dijo.
Luego, se inició el acto eucarístico, con el responso. Luego, hubootro acto emotivo, en el patio de formación, donde el profesor Beto Cermeño fue protagonista en las actividades que se realizaban. Al grito de «Beto Cermeño, presente, Beto Cermeño, presente» lo recordaron .
El siguiente acto, fue en una de las losas deportivas, donde uno de sus discípulos, testimonió sobre las vivencias que tuvo, con el fallecido docente, a quién recordó, como un segundo padre que lo guió.
Finalizó el homenaje con un recorrido por los pabellones, con dirección a la puerta de ingreso de la avenida Ramón Castilla, donde se guardó un minuto de silencio y palabras con alto contenido emotivo que se expresaron.
El profesor Beto Cermeño Dextre, estuvo casado con la profesora Gladys Toledo Cena, con quien tuvo tres hijos Paola Yésica (profesora), Franco (Guía Oficial de Turismo) y Alexandra (Psicóloga). Durante su prolongada permanencia en la institución, se desarrolló en varias facetas, docente de aula, directivo, profesor de danza, entrenador en las disciplinas de básquet, volley etc.
Descansa en paz, maestro Beto.
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