Los primeros hombres que habitaron (Pampas Chico – Recuay), dejaron sus rastros de esta manera.
Se trata de un conjunto de entierros en medio de la roca, conservadas hasta la actualidad, junto a los caminos de herradura, parte alta. El viajero, tranquilamente los puede contemplar.

Es otro de los atractivos que ofrece la patria chica, pero que, por inercia de sus autoridades, sigue en el anonimato, perdiéndose tanta riqueza por investigar.


