Se van los buenos, parten dejando vacíos inexplicables. Alejandro Solís Neyra vivió un romance con la actividad turística, de cuya actividad fue su Decano, en el Colegio de Licenciados en turismo.
Paradojas de la vida, al inicio del año, había solicitado a las autoridades correspondientes, la toma de decisiones, para apoyar la actividad turística en su reactivación.
«Hemos culminado un año, donde hemos sido afectados terriblemente por la pandemia, nuestro futuro es incierto» declaró. Asimismo, reclamó del gobierno regional de Ancash, urgentes inversiones en la compra de plantas de oxígeno medicinal, por cuanto, se estaban perdiendo, valiosas vidas humanas, por falta de este elemento.


