…PERO VOTA

Llegó la hora de la verdad. Estas elecciones tienen importancia capital, de cara al Bicentenario. 

Quienes salgan elegidos, deberán crear las condiciones políticas, para comenzar a construir un nuevo país. Un país que no pudimos construir desde la proclamación de la Independencia en 1821.  Ello pasa, por ignorar a quienes no se merecen, aquellos sinverguenzas que pese haber estado en el cargo una, dos, tres veces o más, se acostumbraron a vivir de la política. Tenemos claros ejemplos. Por ellos y sus partidos, no votar. 

Pero tampoco, por aquellos que vivieron siempre agazapados, acomodándose por aquí y por allá, vistiendo camisetas distintas en cada proceso electoral. Hay que verlos por sus cuatro costados, si de verdad, son hombres  mujeres «al servicio de su comunidad y sus prójimos».

Pero no todo es negativo ni malaguero. En esta corta campaña electoral, también surgieron nuevas alternativas. No solamente nuevos en sus rostros; lo más importante, en su visión y enfoque de la sociedad y el mundo.   

También hacemos un deslinde, con quienes  preconizan el voto blanco o viciado. Supuestamente voto «de protesta». Irónicamente, provienen de excandidatos fracasados. Cuando lo fueron, nunca dijeron «voto viciado», todo lo contrario, rogaban para votar por ellos. Finalmente, esos votos supuestamente «de protesta» terminan beneficiando a aquellos que le hicieron daño al país.

Por esa razón, hay que votar con firmeza y convicción; castigando a quienes no lo merecen y premiando a quienes sí. 

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