¿No hubo mejor idea que ésta?. Avenida Fitzcarrald cuadra 2 en pleno centro de Huaraz., un camión cisterna lanza chorros de agua no tratada, en forma indiscriminada a peatones y comerciantes informales, mientras un grupo de policías municipales, corren en paralelo, para incautar al paso las mercaderías de los vendedores.
Una equivocada estrategia, para «erradicar» el comercio ambulatorio. En esta accioón, no distinguen a los peatones, ancianos, niños o personas con habilidades diferentes.
En definitiva, a la gestión municipal del alcalde Rori Mautino, se le escapó de las manos el ordenamiento del comercio ambulatorio.
A esta censurable escena, se suman los arrebatos de mercaderías que en forma diaria, se producen en la ex cuadrante de Quillcay y ahora, en otras arterias de la ciudad.
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