Acción Popular, el partido del arquitecto Fernando Belaúnde Terry es una olla de grillos.
Las elecciones internas llevadas a cabo el 25 de setiembre, originaron la agudización de los problemas, a raíz de los resultados. Los perdedores, terminaron ganando las elecciones.
Darwin Espinoza Vargas, actual congresista de la república a la sazón, candidato a la Secretaría Departamental, perdió a manos de la profesora Álida de la Cruz.
De las 9 provincias participantes, la candidata De la Cruz, ganó en 7 (Caraz, Carhuaz, Huaraz, Huari, Recuay, Pomabamba y Casma), mientras que el candidato congresista obtuvo la victoria en Santa y Huarmey.
Fue un golpe a la polla.
Lo curioso viene aquí.
El personero de Espinoza, advirtió que en el padrón de Caraz, había un voto de un fallecido y llevaron el caso a Lima, con la puntualización que el padrón no fue elaborado en Ancash, sino en la capital, entonces, la dirigencia regional estaba excenta de cualquier sospecha de cualquier situación irregular.
Luego de casi un mes, finalmente Lima decide anular toda la mesa de Caraz, con lo que Darwin Espinoza tenía el camino allanado para su victoria.
Era lo que necesitaba.
La pregunta capital que se hacen es, ¿Puede anularse toda una mesa, cuando existe solo un caso como el descrito?.
El tema, resulta similar a las recientes elecciones Pedro Castillo-Keiko Fujimori, cuajndo se detectaron algunos casos individuales, pero que, no afectaron el voto de la mesa de sufragio, respetando la voluntad de los electores.
Luego de estos resultados, varios dirigentes acciopopulistas de la zona sierra de Ancash, tuvieron acusaciones que no agradaron al flamante secretario departamental de AP Darwin Espinoza y se conoció que desde ayer, inició una arremetida legal, enviando cartas notariales de rectificación a varios de ellos.
Con estas acciones, las discrepancias partidarias en Acción Popular se trasladan al terreno judicial.
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